Hoy, como cada día iba paseando por el paseo marítimo de Tarifa, el que conecta la playa chica con la Ruta del Colesterol. Llevaba mi Ipod a un volumen más o menos normal. Terminada la canción que sonaba comienza Sola de Diana Navarro y recuerdo el videoclip de la canción con lo que giro mi cabeza hacia la playa. No hay apenas viento y las olas rompen en la arena. La playa está desierta la terraza del bar también, ahora el pueblo es de los tarifeños, después del largo verano. No hay extranjeros, bueno unos pocos pero están en peligro de extinción y poco durarán.
Acaba esa subida de precio masiva en los establecimientos, esas salidas de los sábados por la noche con MIS PADRES, puesto que no hay nadie más cerca. Terminan esas colas en la N-340 para ir a Algeciras y como no podía ser menos Portillo quita autobuses y vuelta al descoloque. No se puede olvidar que ya se acabó los tormentos por mi soledad veraniega, ya aunque fisicamente no vea a nadie en mi piso me sentiré acompañado en todo momento.

Pronto se acerca el cuarto domingo de septiembre y como manda la tradición, siempre que me encuentre en Tarifa ese domingo, hay que asistir a la Romería y tras ella volver a empezar las clases, el último curso de la licenciatura.
En próximos post podrán caer temas como balance de los tres años de licenciatura o cosas de mi pueblo.